La Conferencia Suramericana sobre Migraciones (CSM) es el principal espacio de carácter gubernamental en Suramérica donde se dialoga sobre la materia migratoria. Se trata de un Proceso Consultivo Regional (PCR) no vinculante conformado por los doce países de América del Sur orientado a recomendar iniciativas y programas que promuevan políticas migratorias, considerando su relación con el desarrollo y la integración regional (CSM, 2016).
La CSM es uno de los veinte PCR que existen a nivel global. Estos son espacios donde los gobiernos buscan entablar un diálogo, compartir experiencias, construir agendas, consensuar posiciones y adoptar políticas comunes regionales (OIM, 2020). Cada PCR tiene características y orientaciones diversas que dependen de una multiplicidad de factores, incluyendo como por ejemplo las características y patrones de la movilidad humana en cada región, la geografía, la situación económica, las políticas migratorias nacionales, y la existencia de ideas y abordajes compartidos (Mármora, 2016, Feddersen y Freier 2023; Finn, Doña-Reveco, y Feddersen 2019).
Entre los enfoques de la CSM se destacan el reconocimiento de la migración como un derecho humano y el de las personas migrantes como sujetos de derecho deben estar en el centro de las políticas migratorias de los países. Asimismo, se destaca la reivindicación del respeto irrestricto de los derechos humanos de las personas migrantes y sus familiares y la condena a todo acto de xenofobia, discriminación y racismo, independientemente de su condición migratoria, así como el rechazo a todo intento de criminalización de la migración irregular. En la misma Declaración, la CSM reafirmó el aporte positivo de la persona migrante y su familia al desarrollo en su dimensión social, económica, intercultural, educativa y científica, así como a los procesos de integración y cooperación entre los países (CSM, 2013). De allí, es posible argumentar que la “razón de ser” de la CSM es el desarrollo de una filosofía de la gobernanza migratoria basada en derechos que reafirma la identidad suramericana (Feddersen y Freier 2023).